Los salesianos en Ucrania viven con preocupación la situación de la guerra

28 febrero 2022

En la actual situación que vive Ucrania, los salesianos presentes en el país hacen todo lo posible en favor de los jóvenes y la población necesitada, describen la situación que ven con sus propios ojos y elevan sus oraciones a Dios, junto con peticiones de solidaridad y ayuda de la comunidad internacional.

«Desafortunadamente, la situación sigue siendo trágica. Preparémonos para tiempos aún más difíciles. No sabemos cuánto tiempo continuará esta guerra, y además debemos estar preparados incluso para un período prolongado», dijo el padre Mykhayl Chaban, Provincial de la Visitaduría «María Auxiliadora» de Ucrania, de Rito Católico Griego (UKR) .

“Queridos hermanos…, hay muchas víctimas entre los soldados, pero también entre los civiles. El mundo entero espera decisiones inmediatas para detener al agresor. En toda Ucrania existe el peligro de bombardeos. Hoy nuestra capital, Kiev, está sufriendo mucho, al igual que las zonas fronterizas con Rusia. La gente está huyendo de sus casas”, comentaba el padre Chaban.

Los salesianos están presentes en las grandes ciudades del país: Kiev, Lviv, Zhytomyr, Dnipro, Odessa, así como en Korostyshiv, Peremyshlany y Bibrka, y permanecen cerca de la población hasta el último momento, tratando de ser quienes dan esperanza a la gente desilusionada.

Los Salesianos ya están trabajando y buscando apoyo para la disposición de un refugio destinado a proteger a los niños y jóvenes de las escuelas públicas, y en lo posible para todas las personas que lo necesiten; alimentación y alojamiento de las personas que serán hospedadas (comida, camas, colchones, mantas…).

Actualmente los salesianos ya hospedan a un centenar de menores en sus albergues, dando prioridad a los niños de los orfanatos, y se espera recibir a muchos más en Lviv con la llegada de los primeros refugiados del este del país.

“Queridos hermanos, les pido ante todo que oren por Ucrania y también que acojan si llegan refugiados a su país. Les agradezco toda su ayuda y apoyo”, concluye el padre Chaban.

Por su parte, el padre Marcin Kaznowski, Provincial de la Inspectoría «San Jacinto» de Polonia-Cracovia (PLS), que también tiene obras en Ucrania, comunicó: «El estallido de la guerra en Ucrania es un  drama terrible que ha afectado a la sociedad local y a toda Europa. Nuestros hermanos salesianos se encuentran entre aquellos cuya vida está en peligro. Los salesianos son conscientes de los peligros que existen, pero están serenos y confían en la providencia de Dios. Todos me han informado que están dispuestos a permanecer allí para acompañar en este difícil momento a sus fieles y a los jóvenes que les fueron confiados”.

La invitación que el padre Kaznowski dirige a toda la Familia Salesiana es de orar “por la paz en este país y por la gracia del arrepentimiento para los que se hacen dueños de la vida y de la muerte de los demás”; y concluye confiando la población ucraniana a la protección de María Auxiliadora.

Fotografías: Roman Sikon (SDB) en la frontera entre Ucrania y Polonia.

De la Agencia Internacional de Noticias Salesianas (ANS).

Tymofij tiene un bonito gorro azul, tiene un abrigo y está envuelto en una manta. Tiene a su madre Dascia a su lado. Cuando leas esta historia, habrá cumplido varias semanas de vida y ya habrá recorrido un largo camino. Tymofij se escapó de Lysycansk en la región de Lugansk, donde están teniendo lugar duros enfrentamientos entre las tropas del ejército ruso y las ucranianas.

Quien se lo llevó es Oleh Ladnyuk, salesiano ucraniano, capellán militar: «Ahora lo primero que hay que hacer es comer, luego dormir. Mañana nos encargaremos del resto». El Padre Oleh, después de más de 12 horas de viaje, todavía quiere hablar de ello, aunque sienta que no puede más; acaba de volver al volante de un pequeño convoy de dos furgonetas y un coche llenos de compatriotas. Esta es la historia de su primer viaje emprendido sin vacilaciones en busca de personas a las que era necesario sacar de esta guerra. El viaje comenzó por la mañana desde la casa salesiana de Dnipro, a 200 kilómetros de Donbás. Don Oleh condujo más de 200 kilómetros, llegó a la cita, paró el tiempo estrictamente necesario para cargar a las personas y sus pocos equipajes, y luego partió.

En las horas inmediatamente después de la invasión, el padre Oleh ha visto a gente atónita en la calle, en los cajeros automáticos para sacar la mayor cantidad de dinero posible, filas de coches buscando combustible, ya ha oído hablar de los primeros bombardeos y de las primeras muertes. Después se fue a Lysycansk, le acompañaba el padre Igor Opafsky. «Ya está todo organizado –lo cuenta por teléfono–. Estamos yendo a buscar al padre Sergio Palamarchuk. Está reuniendo a los civiles que quieren irse y nosotros los llevamos. Esperemos llegar allí, tenemos un largo camino que recorrer y no sabemos si los militares nos dejarán pasar. Vamos con lo que tenemos puesto».

La carretera de Dnipro pasa por Kostjantynivka y va hacia el Este. Y no es un camino fácil en tiempos de guerra. «Al viajar en sentido contrario –dice el padre Oleh–, nos encontramos con filas de caravanas de vehículos que huyen cargados de gente y enseres personales”. Y cuanto más nos acercamos al frente de batalla, más se hace sentir la presencia de los militares. Entiendes que no pueda decir mucho más –precisa–, pero hay muchas tropas. Cuando pasamos cerca, el peligro se sintió en el aire, por lo que aceleramos la marcha».

Lysycansk aparece como una ciudad vacía: no hay nadie a lo largo de los grandes bulevares, las casas parecen haber sido ya abandonadas. Pero no es así. Y se puede entender por la «carga» humana que monta en la furgoneta del padre Oleh: 12 personas (dos niñas, cuatro niños, varios adultos, una señora mayor, además del bebé de poco más de dos semanas). No se trata de familias enteras, sino de pedazos de familias que se dividen: padres y madres salvan a sus hijos y deciden quedarse allí, en su casa bajo las bombas.

Y el viaje se reanuda, pero en dirección contraria. Ya es noche cuando el padre Oleh llega de nuevo a Dnipro junto con dos salesianos, entre ellos el padre Sergio, que retoma el camino hacia Lysycansk. «Porque –explica el padre Oleh–, todavía hay mucha gente necesitada. Sin duda organizaremos otros viajes”. Mientras tanto, los salesianos en Ucrania piensan en los próximos días. «Los jóvenes –explican– irán a nuestra casa salesiana en Lviv».

ANS

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